El orgullo de verte crecer en la cancha: Reflexiones de un padre sobre el tenis y la vida

Carta de un padre a un hijo tenista… pensada para todos los padres que conozco que no pueden poner en palabras el orgullo que sienten por su hijo tenista.

«Hijo, hay algo que siempre quiero que tengas presente cada vez que te ponés esa raqueta en la mano. Cada vez que entrás a la cancha, mi orgullo no está en los puntos que sumás ni en el resultado del partido. Mi orgullo está en vos, en cómo enfrentás los desafíos, en cómo aprendés de cada error, en cómo seguís adelante aunque el partido se ponga cuesta arriba.

Sé que hay días en los que las cosas no salen como querés. Que sentís la presión, que querés dar lo mejor de vos y que las derrotas duelen. Pero quiero que sepas algo: no estoy acá para juzgarte, ni para exigirte victorias. Estoy acá para acompañarte, para alentarte, para disfrutar del privilegio de verte crecer en cada punto, en cada saque, en cada partido.

El tenis, como la vida, es un camino lleno de aprendizajes. Cada pelota que golpeás, cada vez que la red se interpone, cada vez que errás un tiro, es una oportunidad para aprender algo nuevo. Y cuando te veo en la cancha, peleando con toda tu pasión, me doy cuenta de que no importa el marcador. Importa tu esfuerzo, tu dedicación, las ganas que ponés en cada jugada.

No te preocupes por los trofeos, ni por los resultados. Esos son secundarios. Lo que realmente vale es lo que estás aprendiendo: a manejar la frustración, a mantenerte enfocado, a disfrutar del proceso sin dejarte vencer por la presión. Porque el verdadero campeón no es quien gana todos los partidos, sino quien no se rinde, quien sigue adelante, quien siempre encuentra la forma de dar lo mejor de sí.

Cada vez que te veo jugar, no estoy mirando el marcador. Estoy mirando a mi hijo, a alguien que se esfuerza, que lo intenta, que no le teme a los errores ni a los desafíos. Y eso, hijo, es lo que me llena de orgullo.

Así que, cuando estés en la cancha, no pienses en lo que espero de vos. Lo único que espero es que disfrutes, que des todo, que juegues con pasión. Que vivas cada momento como una oportunidad de ser mejor, de aprender, de crecer.

Porque en la cancha, como en la vida, lo que importa no es ganar o perder, sino cómo decidís enfrentarte a lo que se te presenta. Y yo estaré ahí, siempre, para alentarte, para celebrar tus logros y, sobre todo, para apoyarte cuando las cosas no salgan como esperabas.

Jugá con todo, divertite y recordá: para mí, ya sos un campeón. Y eso es algo que ningún marcador va a cambiar jamás.

¿Tenés un hijo, un amigo o alguien especial que necesite estas palabras? Compartí esta reflexión y sigamos recordando que, en la vida y en el tenis, el crecimiento vale mucho más que el resultado. 🎾💙»