Acompañar en el tenis no es dirigir.
Y tampoco es corregir, ni señalar, ni comparar.
Acompañar en serio es estar.
En silencio, si hace falta.
Con una sonrisa, incluso si perdió.
Con un abrazo, sobre todo si jugó mal.
Muchos padres de jugadores de club cometen el mismo error sin querer:
Confunden presencia con presión.
Piensan que apoyar es dar consejos después del partido, corregir actitudes o marcar lo que no hizo.
Pero el chico no necesita eso.
Necesita sentirse visto, no evaluado.
🎾 ¿Sabés qué recordará siempre ese chico o chica?
- Que estuviste ese sábado de calor en la tribuna.
- Que le llevaste agua cuando se olvidó.
- Que no lo miraste con cara de frustración cuando erró.
- Que le dijiste “me encantó verte competir” en lugar de “jugaste bien hasta el segundo set”.
En el sistema CAMBIA trabajamos con padres desde un lugar distinto:
no como técnicos, sino como referentes emocionales.
Porque un hijo que juega con libertad, sabiendo que no se juega tu amor en cada punto…
compite con otra energía.
💬 Frase ancla CAMBIA:
«No está buscando ser el 1. Está buscando tu mirada.»
